domingo, 2 de marzo de 2014

Sobre Whatsapp y su disponibilidad

Por Jorge García Carnicero

Whatsapp ha sido una de las aplicaciones móviles que más se ha mimetizado con el entorno de movilidad de la práctica totalidad de los usuarios de mensajería, haciéndose imprescindible en muy poco tiempo. Y es que más allá de la propia funcionalidad de mensajería, enviar mensajes a grupos de usuarios se ha convertido en la forma más habitual de comunicarse, sobre todo cuando necesitamos un soporte telemático para coordinar nuestra actividad de la vida real.
El pasado sábado 22 de febrero Whatsapp sufrió una de las mayores caídas de servicio de su historia, o al menos la que mayor número de usuarios afecto. Para un gran número de usuarios, logaron darse cuenta de que el servicio no estaba disponible, alrededor de las 7:30 de la tarde, perdieron la comunicación con su entorno sin disponer de una alternativa. Por opciones no será: SMS, Line, Telegram o incluso Facebook o Google Hangouts, pero no todos los usuarios pensaron en la misma alternativa, y para establecer una comunicación se necesitan al menos dos personas. Al final la solución más sencilla es recurrir a la llamada de teléfono.

Más allá de los ataques de pánico y ansiedad que pudieran haber sufrido algunos usuarios, el análisis de la pérdida de servicio de Whatsapp desde una perspectiva de continuidad de negocio debería de hacerse en base a lo que realmente es: un proveedor de comunicaciones.

No son pocos los autónomos y las pequeñas y medianas empresas que han empezado a utilizar Whatsapp como canal de comunicación con sus clientes, haciendo publicidad de su contacto con el logotipo de la compañía de mensajería. Permite tener una imagen de modernidad y de cercanía hacia los clientes, ya que normalmente ese logo tiene connotaciones sentimentales positivas: es el símbolo del contacto con los nuestros en el móvil, con nuestros familiares y amigos. Sin duda puede ser una muy buena decisión englobada dentro de las estrategias de neuromárketing. No entro en si esta práctica está permitida o no por whatsapp, ya que en su Terms of Service indica claramente que sólo debe ser utilizado para su uso personal. Allá cada cual  con su valoración de riesgos y beneficios, pero ¿puede realmente considerarse una herramienta de comunicación corporativa?

Poco a poco aquellos que utilizan Whatsapp para comunicaciones relacionadas con su actividad profesional se hacen más dependientes de su servicio, pero nadie les asegura que el servicio vaya a seguir estando disponible. Es más, en su Terms of Service Whatsapp elude cualquier tipo de responsabilidad o daños que pueda ocasionar. Esto unido a los laxos requisitos legales que les aplican los organismos reguladores (CNMC en España), hace que el servicio deba ser considerado como poco fiable en términos de continuidad de negocio.

Para que esto cambiara, el servicio debería ser sometido, al menos, a los mismos requisitos regulatorios que el resto de operadores de telecomunicaciones, pero parece que no estará contemplado en la nueva ley general de telecomunicaciones que se está tramitando. Por lo tanto, la recomendación que deberíamos hacer desde el ámbito de la continuidad de negocio es la no utilización de Whatsapp (ni Line, ni Telegram, que estarían en la misma situación) o al menos no utilizarlo como canal principal de comunicación y siempre teniendo una alternativa accesible.

Como último punto del análisis, destacar la falta de agilidad de Whatsapp a la hora de comunicar sus problemas. Aunque el servicio se cayó a las 19:30 de la tarde no fue hasta las 21:16 cuando lo comunicaron por twitter, en su cuenta @wa_status. ¿seria porque su fundador estaba en el MWC de Barcelona?

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