Según parece, por el testimonio de los asistentes, las redes de telefonía móvil estaban colapsadas por la gran cantidad de dispositivos móviles que se encontraban en un espacio reducido. Es algo parecido a lo que sucede en los acontecimientos deportivos de gran afluencia de público, como por ejemplo cada fin de semana en un estadio de fútbol o como sucedió en el Mobile World Congress de Barcelona,
Sin embargo, cuando se produce esta situación en momentos de crisis tenemos un doble problema:
- Los afectados no pueden comunicarse, ni realizar llamadas de emergencia
- Los equipos de respuesta a emergencias no pueden comunicarse ni coordinarse entre sí si esta comunicación depende del servicio de comunicaciones móviles generalista.
Para evitar que se produzcan estas situaciones, hay dos opciones: reforzar el servicio o utilizar un servicio alternativo.
En el caso de los afectados, se podría analizar la posibilidad de proporcionar cobertura alternativa (redes wifi), que con grandes volúmenes de personas tendrán seguramente el mismo problema pero no será dependiente de un operador de comunicaciones y podría ser ofrecido por como un servicio más de la infraestructura.
A nivel de refuerzo de cobertura, existen celdas móviles que permiten a los operadores mejorar la cobertura en ubicaciones especiales, incluso hay empresas que están focalizadas en ofrecer cobertura en espacios públicos concurridos, como Spring.
Sin embargo, aunque puedan existir alternativas tecnológicas para impedir que se produzcan estas situaciones, ni los responsables de las instalaciones incluirán servicio wifi, ni los operadores reforzarán la cobertura en estos lugares de forma altruista. Las autoridades deberían incluir como requisito para conceder licencias para este tipo de eventos la garantía de comunicaciones de emergencia.
Por otro lado, para garantizar la comunicación entre el personal de los equipos de emergencias se utiliza la red Tetra, de radiofrecuencia. En el caso del Madrid Arena esta red no tenía cobertura debido a las paredes de hormigón, por lo que el personal tuvo que utilizar sus propios dispositivos móviles. Esta situación es difícil de eludir sin entrar en la evaluación arquitectónica del recinto.
Una buena práctica puede ser la de advertir a los usuarios de los posibles problemas que pueden encontrarse en las redes de comunicaciones, sobre todo cuando los eventos se producen en entornos que no están preparados para albergar gran cantidad de público, como por ejemplo en manifestaciones. La Generalitat lo hace, por ejemplo, cada año en visperas de la Diada